MONUMENTO AL LABRADOR
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Inaugurada el 20 de septiembre de 1967, fue una de las primeras esculturas que se dedicaron al personaje del labrador en España.
El artista, Alejandro Rubio Dalmati, y su sobrino, Alejandro Narvaiza Rubio, realizaron quince monumentos más y donaron esta obra de bronce fundido a la ciudad.
La figura del labrador se alza sobre un pedestal cúbico. Al dorso se elevan dos monolitos rectangulares, en cuya base presentan relieves que aluden a las estaciones del año.
Con una altura de 280 centímetros, su cabeza de proporción inferior a la de su cuerpo, muestra su aspecto rudo y mira hacia la derecha. Va vestido con pantalón, zapatillas, boina y camisa abierta, remangada hasta el codo. Porta una azada que se sujeta en su hombro izquierdo y que cruza su pecho. Con la mano izquierda apoyada en la cadera soporta una especie de alforja.