Construida en el siglo XII y ampliada en el siglo XIV, era una de las doce puertas de entrada a la ciudad, en este caso la orientada al norte. Se hizo sustituyendo a un arco anterior, del siglo XI.
Es la puerta más interesante desde el punto de vista arquitectónico de todas las que se conservan de la muralla primitiva. Su estilo es mudéjar y obra del maestro alarife Mohamed.

Tiene un arco doble de herradura, y en medio se encontraba una puerta que se deslizaba para cerrar durante la noche.
Posiblemente lo más impresionante de esta puerta es su estado de conservación, manteniendo aun intacta parte de la muralla colindante de la que forma parte, lo cual nos presenta una imagen real de lo que era en su tiempo.

ARCO DE SAN ESTEBAN

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